La enfermedad de Lyme (EL) es una infección bacteriana causada por espiroquetas del complejo Borrelia burgdorferi, transmitida por garrapatas del género Ixodes.

Las genoespecies de borrelia varían según la región geográfica: en Estados Unidos se encuentran principalmente B. burgdorferi sensu stricto y B. mayonii,  en Europa predominan B. afzelii, B. garinii y, con menor frecuencia, B. spielmanii, B. bavariensis y B. burgdorferi s.s.; en Asia la especie predominante es B. garinii.

Las borrelias son transmitidas entre los hospedadores reservorios y los seres humanos (hospedadores accidentales) a través de la mordedura de garrapatas duras del género Ixodes, específicamente especies del complejo Ixodes ricinus.

La Enfermedad de Lyme se presenta con un cuadro multisistémico que evoluciona en estadios clínicos con períodos de remisión/exacerbación y que se caracteriza por manifestaciones que incluyen el desarrollo potencial de anomalías dermatológicas, reumatológicas, neurológicas y cardíacas. Existen diferencias en la expresión clínica de las manifestaciones que se asocian con el organotropismo de las tres genoespecies patógenas más importantes. Por ejemplo, la clásica neuroborreliosis de Lyme (Síndrome de Bannwarth) en Europa se asocia con B. garinii, mientras que B. afzelii principalmente provoca manifestaciones cutáneas. Por su parte B. burgdorferi s.s en el noreste y en el Atlántico medio de Estados Unidos es particularmente artritogénico, lo que explica la mayor frecuencia de casos de artritis de Lyme en América del Norte en comparación con Europa o Asia.

Para que se produzca la transmisión de la EL se requiere un escenario propicio en donde participan distintos actores: los genotipos específicos de B. burdorgferi s.l que producen Lyme, las garrapatas con capacidad y competencia vectorial, animales reservorios que mantienen la enfermedad en el ambiente, personas susceptibles y una interacción entre el hombre y la naturaleza que permita el contacto y la transmisión eficaz del patógeno. Hasta la actualidad no hay evidencia científica de la transmisión directa de persona a persona, de la transmisión directa zoonótica, ni la transmisión a través de la transfusión de sangre, si bien las genoespecies de borrelias relacionadas con enfermedad de Lyme pueden sobrevivir en paquetes concentrados de glóbulos rojos a temperaturas de refrigeración y por ende la infección adquirida por transfusión es un riesgo teórico

Los diagnósticos diferenciales incluyen otras enfermedades infecciosas, dermatológicas, reumatológicas y neurológicas, inflamatorias o degenerativas. Dada la similitud de los síndromes clínicos que pueden hallarse en los pacientes con EL con otras enfermedades, la herramienta principal para orientar la sospecha diagnóstica será el riesgo epidemiológico de exposición a B. burgdorferi en zona donde la enfermedad es endémica.

Con el objetivo de identificar tempranamente los casos importados para procurar el diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado, permitir el seguimiento clínico adecuado de los casos confirmados y caracterizar los casos a partir de variables clínicas, epidemiológicas y de laboratorio, la Enfermedad de Lyme se incorpora al listado de Eventos de Notificación Obligatoria en Argentina.

Como caso sospechoso se define a toda persona que presente antecedentes de permanencia en zona de riesgo de transmisión de genoespecies de B. burgdorferi asociadas a enfermedad de Lyme y clínica compatible con alguna de las 3 formas clínicas: localizada, diseminada o crónica. Hasta la actualidad, la zona de riesgo se restringe a países del hemisferio norte y se define como la región geográfica donde hay evidencia científica de la presencia de especies reconocidas como vectores de B. burgdorferi s.l, particularmente Ixodes scapulari, I. pacificus, I. ricinus e I. persulcatus.

Ninguna de las especies del complejo Ixodes ricinus que están involucradas como vectores en los casos de Lyme en el hemisferio norte están presentes en Argentina. Las únicas especies de garrapatas pertenecientes al complejo I. ricinus que se encuentran en nuestro país son Ixodes pararicinus e Ixodes chacoensis; ninguna de las dos tiene a los humanos como un hospedador frecuente o eventual.

Fuente: Ministerio de Salud

Noviembre 2024