Dos estudios publicados en Emerging Infectious Diseases demostraron la presencia de priones en tejido muscular de cérvidos.

La enfermedad crónica degenerativa (CWD) es una enfermedad fatal que afecta a varias especies de cérvidos. Pertenece al grupo de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EET/TSE) -o enfermedades priónicas- que afectan a animales (como el Scrapie de las ovejas y cabras, y la Encefalopatía espongiforme bovina (EEB/BSE) que afecta a los bovinos) y a los humanos (como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob). Estas enfermedades son causadas por priones, proteínas infecciosas que provocan el plegamiento anormal (PrPSc) de las proteínas cerebrales normales (PrPc) y se caracterizan por cambios espongiformes y acumulación de PrPSc en el sistema nervioso central (SNC).

Hasta la fecha, la CWD se ha identificado en 36 estados de EE. UU. así como en Canadá, Finlandia, Noruega, y Suecia, y en animales importados en Corea del Sur. En los países nórdicos es una enfermedad emergente y ha sido detectada en renos, alces y ciervos rojos desde 2016.

Los animales afectados por la CWD pueden permanecer asintomáticos durante meses, durante los cuales los priones pueden propagarse a varios tejidos y liberarse al ambiente, contribuyendo a la transmisión horizontal.  Dependiendo de las cepas de priones, el patrón de distribución de la proteína priónica anormal y la acumulación de tejidos pueden diferir en el huésped.

En Noruega, utilizando técnicas de diagnóstico tradicionales (Western blot convencional), un estudio confirmó la presencia de los priones en cerebro, ganglios linfáticos y nervios en renos, pero solo alces y ciervos rojos mostraron evidencia de estos priones en el cerebro. Sin embargo, utilizando la amplificación cíclica de proteínas mal plegadas (PMCA), se detectaron  priones en varios tejidos periféricos, incluyendo nervios periféricos, ganglios linfáticos y una variedad de músculos en las tres especies en  Noruega. Un ganglio linfático y una muestra muscular de alce mostraron infectividad cuando se transmitieron experimentalmente a topillos rojos. Este hallazgo evidencia las limitaciones de los métodos de diagnóstico convencionales para detectar pequeñas cantidades de priones, lo que dificulta la evaluación precisa de la distribución periférica de la CWD.

Los resultados de este estudio indican que los priones están ampliamente distribuidos en tejidos periféricos y comestibles de cérvidos en Noruega, incluyendo músculos. Este hallazgo resalta el riesgo de exposición humana a pequeñas cantidades de priones a través de la manipulación y consumo de cérvidos infectados.

En el estudio se señala que no se investigó el potencial zoonótico de los priones de CWD de Noruega. En Norteamérica, los humanos históricamente han consumido carne de animales infectados con CWD. A pesar de la potencial exposición a priones, no hay evidencia epidemiológica que indique una correlación entre la ocurrencia de casos de CWD en animales y la prevalencia de enfermedades priónicas humanas.

Otro estudio, llevado a cabo por investigadores en Texas, confirmó la presencia de priones en tejido muscular de alces y su persistencia en productos alimenticios derivados, incluso luego de su procesamiento (cocción, agregados de sales, especias y otros productos comestibles).

Un dato de consideración que se evidenció en este estudio es que la exposición a altas temperaturas de cocción de la carne aumentó la disponibilidad de priones para su amplificación in vitro.

Los resultados del estudio sugieren que, si bien la carne infectada resistió la manipulación y procesamiento involucrados en acondicionamiento para el consumo humano, su potencial zoonótico fue limitado. Sin embargo, aunque no se han reportado casos de transmisión de CWD a humanos de forma oficial, su potencial zoonótico aún no está claro y se debe continuar su monitoreo.

Estos estudios demuestran la necesidad de continuar investigando para comprender completamente los mecanismos de transmisión y los posibles riesgos para la salud animal y humana.

En Argentina no ha habido notificación de casos de CWD.

Fuente: Infectious Emerging Diseases NorwayInfectious Emerging Diseases TexasCIDRAP

Enero 2025