
Ante la confirmación de un caso de sarampión importado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 1 de febrero de este año el Ministerio de Salud de la Nación emitió un alerta con el objetivo de informar sobre la situación epidemiológica e instar a los equipos de salud a fortalecer la vigilancia de enfermedad febril exantemática, verificar y completar esquemas de vacunación y sensibilizar a la población sobre la importancia de la consulta temprana ante la aparición de fiebre y exantema.
La paciente, una niña proveniente de Rusia, fue atendida en dos oportunidades en un hospital de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y, en una de esas ocasiones, compartió la sala de espera con otras personas, lo que originó una cadena de contagios.
En total, se registraron 16 casos vinculados a brotes en el AMBA, 8 de los cuales residen en CABA y otros 8 en la provincia de Buenos Aires. Dos de los nuevos casos confirmados en la provincia corresponden a niños que no estaban vacunados contra el sarampión.
Argentina interrumpió la circulación endémica del sarampión en el año 2000. Desde entonces se registraron brotes limitados de menos de un año de duración, sin pérdida del estado de eliminación. El mayor brote se registró entre las semanas epidemiológicas (SE) 35 del año 2019 y la SE 12 del año 2020, con un total de 179 casos, que se circunscribieron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y 19 municipios de la provincia de Buenos Aires (PBA).
El país enfrenta un descenso progresivo en las coberturas de vacunación contra el sarampión que incrementa significativamente el riesgo de su reintroducción . Los registros evidencian una caída sostenida: la primera dosis de triple viral en menores de 1 año descendió del 86% (2019) al 81.4% (2023), mientras que la segunda dosis, indicada a los 5 años, sufrió una reducción alarmante hasta el 54.5% en el mismo período. Este descenso, exacerbado durante la pandemia (con un mínimo del 77.8% para la primera dosis en 2020), mantiene persistentemente las coberturas por debajo del umbral crítico del 95% necesario para lograr inmunidad colectiva, lo que deriva en una acumulación creciente de población susceptible.
Fuente: Ministerio de Salud
Marzo 2025