Coronavirus – China y mundo
El 31 de diciembre de 2019 las autoridades sanitarias de Wuhan, en China central, informaron sobre un brote de neumonía viral de origen desconocido y el 7 de enero el agente causal fue identificado como un nuevo tipo de coronavirus (2019-nCoV).
El genoma del virus fue compartido por los investigadores chinos, permitiendo a la comunidad científica internacional trabajar de manera colaborativa, acelerando procesos para facilitar su contención. La fuente del brote, el/los modo/s de transmisión y la extensión de la infección aún están siendo investigados. Sin embargo, basada en la evidencia disponible sobre el 2019-nCoV y la experiencia previa con otros coronavirus (MERS-CoV y SARS-CoV) y otros virus respiratorios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que probablemente exista transmisión zoonótica del virus. El brote fue detectado en un mercado de mariscos donde se venden animales salvajes vivos, el cual fue clausurado el 1 de enero. Si bien la mayoría de los casos presentan un vínculo directo con Wuhan, se confirmaron varios casos de transmisión humana del virus y las autoridades sanitarias chinas afirmaron que el contagio puede producirse durante el período asintomático.
Para contener el brote en China, la ciudad de Wuhan permanece cerrada en cuarentena desde el 23 de enero, dos nuevos hospitales se encuentran en construcción –y se espera estén terminados en pocos días- y se impuso la obligación de usar barbijos en lugares públicos. Aproximadamente 60 millones de personas se encuentran en confinamiento total o parcial en el país, al estar limitado el movimiento en muchas ciudades y suspendido el tráfico de buses interprovinciales y los tours al extranjero. Como medida adicional, China prohibió la comercialización de animales salvajes.
La mayoría de los países han tomado medidas preventivas, recomendando a sus ciudadanos que no viajen a China, realizando controles médicos en aeropuertos, cerrando la frontera con China e incluso impidiendo la entrada de viajeros provenientes de Asia, como es el caso de Papua Nueva Guinea; varias líneas aéreas han suspendido o limitado los vuelos con destino China. Muchas naciones están repatriando sus ciudadanos desde China y grandes empresas internacionales decidieron suspender sus actividades temporalmente en ese país.
A la fecha (4 de febrero) los casos confirmados superan los 20.000 afectados con más de 425 muertes, sobrepasando los producidos por la epidemia de SARS en 2003 y habiéndose distribuido por todo el país. Fuera de China, los casos ya son más de 180 en más de 25 países: Hong Kong, Macao, Taiwán, Australia, Camboya, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Malasia, Nepal, Sri Lanka, Singapur, Tailandia, Corea del Sur, EEUU, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Finlandia, Filipinas, Tíbet, India, Rusia, Reino Unido, Suecia, Italia, España.
Si bien la mayoría de los casos presentan un vínculo directo con Wuhan, se confirmaron varios casos de transmisión humana del virus y las autoridades sanitarias chinas afirmaron que el contagio puede producirse durante el período asintomático.
La OMS declaró el 30-01 la epidemia una emergencia de salud pública de alcance internacional. Esta es la sexta ocasión en que la OMS declara este tipo de emergencia. Las otras se dieron ante el brote de gripe H1N1 (2009), los de ébola en África Occidental (2014) y en la República Democrática del Congo (2019), el de polio en 2014 y el de virus del Zika en 2016.
China anunció pruebas con una droga experimental, remdesivir. El ensayo, que se realiza entre el 3 de febrero y el 27 de abril es llevado a cabo en la ciudad de Wuhan e incluye un total de 270 pacientes del nuevo coronavirus.
Fuente: CDC; CDC; OMS; ProMed; ProMed; The Guardian; BBC; BBC; Reuters; Worldometer; CNN; Sixth Tone