Influenza aviar altamente patógena: oso polar, patos, vacunación
El Departamento de Conservación Ambiental de Alaska confirmó la muerte de un oso polar, en lo que sería la primera muerte detectada en esta especie en todo el mundo y que demuestra la agresividad del virus H5N1, así como su propagación por las zonas más remotas del planeta. Las autoridades creen que el oso haya estado en contacto con aves muertas e ingiriendo el virus de esa manera, a pesar de que normalmente su alimentación es a base de focas. Sin embargo, no es necesario que el oso haya comido directamente un ave infectada para enfermarse.
Además de producir la muerte de millones de aves, el virus afectó a más de 45 especies de mamíferos, incluyendo principalmente a los lobos marinos y también visones, pumas, elefantes marinos, zorrinos, osos negros y pardos, entre otros.
En la región Antártica, se han confirmado muertes por la gripe aviar en 8 partes de la región y se espera los resultados de otras 20. Los primeros casos conocidos de H5N1 se detectaron en octubre en ejemplares del ave págalo pardo antártico (skúa parda antártica o salteador pardo antártico) en la isla Bird, frente a Georgia del Sur. Casi al mismo tiempo, el virus se detectó en fulmares y albatros de las cercanas islas Malvinas. Poco después los científicos detectaron una mortalidad extrema de elefantes marinos y el aumento de la mortalidad de lobos marinos, gaviotas dominicanas y págalos subantárticos en varios otros lugares. Hasta el momento no hay casos registrados de la enfermedad en la Antártida continental.
Francia. Las autoridades sanitarias de Francia confirmaron la detección del virus de la IAAP en una granja de patos en la región de Vandee, siendo este el primer brote identificado desde el comienzo de la vacunación en patos en octubre de 2023. Los animales de esta granja habían sido vacunados en noviembre y, para evitar la difusión del virus, se realizó el sacrificio sanitario de los 8.700 patos del establecimiento.
Declaración de la OMSA (Organización Mundial de Sanidad Animal) “Vacunación contra la influenza aviar: por qué no debe ser una barrera para el comercio seguro”: Tradicionalmente, la IAAP ha sido motivo de preocupación principalmente en las aves domésticas, y su control se preveía a nivel de granja. Los patrones de transmisión actuales muestran que ahora circula en las poblaciones de aves silvestres, lo que impulsa su propagación no sólo entre diferentes explotaciones, sino también dentro de ellas. En la práctica, el aumento de la exposición ha dificultado proteger las granjas de la introducción de la enfermedad, a partir de la proximidad de granjas avícolas infectadas y de las aves silvestres. Se ha producido un aumento mundial de los brotes de IAAP y un incremento de la diversidad genética de las cepas víricas circulantes. Por lo tanto, el uso exclusivo de medidas de control sanitario no constituye ya una solución duradera para contener eficazmente la enfermedad. Medidas como la vigilancia para la detección precoz y el seguimiento de los virus de la influenza aviar, las medidas sanitarias preventivas (bioseguridad) y las medidas de control (sacrificio selectivo, control de desplazamientos, cuarentena) siguen siendo el eje de cualquier estrategia de control de la enfermedad. Sin embargo, la vacunación de las aves de corral ya no puede excluirse de las alternativas disponibles y debe considerarse como una herramienta complementaria. Hasta la fecha, a pesar de la crisis mundial, la vacunación sólo se ha utilizado en un número limitado de países como medida preventiva, de emergencia o sistemática para proteger de la IAAP a las aves de corral u otras poblaciones de aves cautivas. La preocupación por las restricciones al comercio internacional obstaculiza su uso, aunque la inclusión de la vacunación como herramienta de control ha sido respaldada por las normas internacionales adoptadas por la Asamblea Mundial de Delegados nacionales de la OMSA. El uso de la vacunación en aves de corral contra la IAAP sigue siendo decisión de cada autoridad veterinaria nacional en consulta con los productores avícolas. Deberá adaptarse al contexto epidemiológico y socioeconómico específico, y a las necesidades y capacidades de cada país o región. La flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales a la hora de encarar eficazmente la naturaleza dinámica de la enfermedad y la amenaza potencial para las poblaciones de aves domésticas y silvestres, así como para la salud pública. La aplicación de programas de vacunación contra la influenza aviar requiere un cuidadoso equilibrio entre el control de la enfermedad y el mantenimiento de un comercio internacional seguro.
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Fuente: ABC – Infobae – The Conversation – El País – Reuters – OMSA
Diciembre 2023