Más mamíferos infectados con HPAI. Caso de un ovino en Inglaterra.

Las autoridades sanitarias británicas confirmaron la detección de un caso de Influenza aviar (H5N1) en una oveja en el norte de Inglaterra, el primero conocido de este tipo en el mundo, lo que suma a los ovinos a la creciente lista de más de 50 mamíferos infectados por la enfermedad.

En los últimos años se ha producido un cambio importante en la dinámica de la enfermedad, con una mayor propagación a los mamíferos y pérdidas masivas en las aves domésticas.

El caso ovino se identificó tras la vigilancia rutinaria del ganado de una explotación en Yorkshire, donde se había confirmado la presencia de gripe aviar altamente patógena (H5N1) en aves cautivas. Tras los brotes producidos en vacas lecheras en los Estados Unidos, las autoridades sanitarias del RU introdujeron la vigilancia del ganado en los establecimientos donde se ha confirmado la gripe aviar en aves cautivas.

La oveja que dio positivo era una hembra con signos de mastitis y sin otros signos clínicos, según el comunicado del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del gobierno británico y de la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal. El animal fue sacrificado y no se identificaron más infecciones en el resto del rebaño.

Anticuerpos neutralizantes contra el virus de la HPAI (H5N1) en trabajadores de establecimientos lecheros en EEUU (CDC-EEUU)

Desde marzo de 2024, el virus de la influenza aviar altamente patógena A(H5N1) ha causado brotes en ganado lechero (y aves de corral) en los Estados Unidos y continúan transmitiéndose a humanos. Sin embargo, los datos sobre la respuesta inmunitaria humana a estos virus son limitados.

Un estudio reporta las respuestas de anticuerpos neutralizantes en 2 casos de H5N1 en trabajadores de establecimientos lecheros, demostrando que la infección humana por el virus IAAP H5N1 clado 2.3.4.4b, incluso en pacientes con enfermedad clínicamente leve e infección localizada, como la conjuntivitis, puede inducir respuestas de anticuerpos neutralizantes.

A diferencia de los casos previamente reportados de infección por virus H5N1 en otros lugares -que a menudo tenían enfermedad grave y altas tasas de mortalidad- hasta ahora, la mayoría de los casos humanos en los Estados Unidos manifestaron síntomas clínicos leves. Además, uno de los casos evaluados presentó enfermedad respiratoria aguda pero tuvo baja carga viral y ningún aislamiento de virus, y no presentó una respuesta detectable de anticuerpos neutralizantes, lo que sugiere que no todos los casos positivos por RT-PCR tienen respuestas de anticuerpos detectables.

En conclusión, comprender la respuesta inmunitaria a los virus HPAI (H5N1) en humanos es crítico y es necesario evaluar los factores (por ejemplo, carga viral) que pueden afectar las respuestas de anticuerpos en casos humanos y si la inmunidad preexistente y la respuesta inmunitaria a la infección (por ejemplo, anticuerpos neutralizantes y otras respuestas inmunitarias como anticuerpos contra la neuraminidasa) están asociadas con la gravedad de la enfermedad y los resultados clínicos. La vigilancia serológica continua será crucial para evaluar el riesgo pandémico de los virus de influenza A(H5).

Antártida: infección altamente extendida, múltiples especies afectadas

Una expedición científica española ha confirmado la presencia del virus de la gripe aviar altamente patogénica (HPAI H5N1) en la Antártida. El brote ha sido detectado en 13 especies diferentes y en 24 puntos de la región, lo que marca un precedente alarmante en la expansión de esta enfermedad
La expedición CSIC-Unespa llevó a cabo un estudio entre enero y febrero, generando el informe más completo hasta la fecha sobre la gripe aviar en la Antártida. Los investigadores identificaron 188 casos positivos en distintas especies, lo que evidencia la rápida propagación del virus en un entorno hasta ahora considerado poco afectado por enfermedades de este tipo.
El estudio se realizó en la península antártica, las islas Shetland del Sur y el mar de Weddell. Durante la expedición, el equipo analizó más de 1.300 animales y tomó más de 3.000 muestras, de las cuales 745 fueron sometidas a pruebas PCR para detectar la presencia del virus.

El virus fue encontrado en nueve especies de aves, entre ellas los pingüinos de Adelia, barbijo y papúa, además de cormoranes antárticos, gaviotas y skuas. También se detectó en cuatro especies de mamíferos marinos: el lobo antártico y las focas cangrejera, de Weddell y leopardo.

Uno de los aspectos más innovadores de la investigación fue la detección del virus en animales vivos sin necesidad de manipularlos. Los científicos lograron identificar la presencia del patógeno con un simple muestreo de aire, evitando así el estrés y los riesgos asociados al manejo de la fauna silvestre.

Los expertos creen que las aves migratorias podrían haber llevado el virus hasta la Antártida desde otras regiones y advierten que este brote debe ser monitoreado de cerca, ya que una mayor propagación del virus podría alterar el equilibrio ecológico de la región y afectar a especies que ya enfrentan desafíos debido al cambio climático y la pérdida de hábitat.

Fuente: The GuardianPromedFeed Strategy NewsONUWileyCDCPromed

Marzo 2025